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Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer en Avilés por la noche. David Stern y jugadores como Michael Jordan o su excompañero y amigo Clyde Drexler lamentaron su muerte. ↑ «30 aniversario de la muerte de Drazen Petrovic: el accidente mortal, éxitos de su carrera y mejores jugadas». ↑ «NBA: 24 años sin Drazen Petrovic, el genio de Sibenik que cambió el baloncesto». ↑ «Drazen Petrovic, el Mozart del baloncesto que deslumbró a la NBA». Muchos jugadores de la NBA hablaron sobre el fallecimiento de Petrović, lamentando su muerte, recalcando su personalidad y dedicación al baloncesto y su talento. Sin embargo, a nadie le molestaron estas medidas tanto como a West, que tuvo un contacto cada vez menor con Shaq y, sobre todo, con un Kobe que iba a su despacho antes de que llegara Jackson a preguntarle, en su eterna obsesión por el juego, como era posible que hubiera promediado 30 puntos por partido en la 1961-62 cuando Elgin Baylor también había hecho lo mismo. Los Sixers no realizaron ninguna adquisición de nivel, a la vez que el contrato de Webber era rescindido. Era un jugador fundamentalmente de ataque. Después de cada partido se quedaba él solo lanzando triples durante una hora, razón por la que en los partidos profundizaba más en el ataque.

it felt good to shoot a ball around. Haven’t done this in well over 10 years. I felt like Tom Shep playing against Nutso. Sería, o no sería en absoluto, con una preparación física impecable y un ritmo de juego frenético que desmadejara a los rivales. Lakers que dejaron vivo, ese fue su gran pecado, al rival al que nunca se podía permitir ni un mísero resquicio. En ella el balcánico anotó 62 puntos frente a los 44 de su rival brasileño para un 117-113 final. Su juego se caracterizaba por un dominio perfecto de la pelota actuando tanto de escolta como de alero, y como un buen segundo base cuando el oficial estaba bien marcado en la cancha de juego por el equipo rival. En su primer año en el equipo ganó el campeonato de liga y de copa, además de conseguir llevar al equipo a su primera final de la Copa de Europa. En su primera y única temporada con los «merengues», Petrović ganó una Copa del Rey perdiendo contra pronóstico la final del campeonato liguero. Pero el 10 de mayo, se anunció que una contusión ósea en la rodilla derecha, le dejaba fuera del resto de playoffs.

Tras no conseguir el título de liga en 1986, que perdió en la final frente al Košarkaški klub Zadar de su amigo Stojan Vranković, el equipo disputó como campeón de copa la Recopa de Europa, segunda competición por importancia del baloncesto europeo de clubes. Recalando en los Blazers, el equipo tenía grandes jugadores como Terry Porter o Jerome Kersey, liderados por el jugador franquicia del equipo, Clyde Drexler, el cual jugaba en su misma posición, por lo que la participación de Petrović en el equipo se redujo a 12 minutos por partido. Inmediatamente, Petrović respondió a las expectativas del club promediando 12.6 puntos por partido. Russell atrapó 40 rebotes en el segundo partido de la serie, añadiendo además 22 puntos y 35 rebotes en el séptimo y decisivo choque, liderando la victoria por 122-103 de los Celtics. Muy favoritos contra unos Celtics ya casi sin fuerzas, y con el big three Jerry West-Elgin Baylor-Wilt Chamberlain, cayeron 3-4 después de estar 2-0 y 3-2. Un desastre que aireó las obvias desavenencias de las tres estrellas angelinas y el poco control de la situación del entrenador, Butch van Breda Kolff.

En sus primeras finales desde su traspaso a Oklahoma City, se enfrentaban a Miami Heat, que venían de eliminar 4-3 a los Boston Celtics en una fantástica serie. Integrante de la selección yugoslava fue uno de los grandes artífices de los triunfos junto a sus compañeros Toni Kukoč, Vlade Divac, Dino Rađa consiguiendo dos medallas olímpicas, bronce en Los Ángeles 1984 y plata en Seúl 1988, dos medallas en europeos, bronce en Grecia 1987 y oro en Yugoslavia 1989 y una medalla de bronce en el Mundial de España 1986 y una de oro en el Mundial de Argentina 1990. En ellos además fue nombrado MVP del torneo en dos ocasiones. Tras la plata de Seúl 1988 y el oro como anfitrión en el EuroBasket 1989, las tensiones comenzaron a surgir en el Mundial de Argentina 1990. Aunque los balcánicos se impusieron en la final del torneo a la selección soviética por 92-75, durante la celebración del título un aficionado croata envuelto en una bandera homónima, saltó a la cancha y fue expulsado de la misma por el compañero y mejor amigo de Petrović, Divac, alegando que aquel día «había ganado Yugoslavia, no Croacia».

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